El pasado 27 de Agosto, en el tradicional espacio de “Happy Hour de Artistas” fue presentada la exposición del joven artista visual cartagenero Leonardo Vergel o Leo Vergel como le gusta llamarse de forma artística, en el Badillo Hotel Galería.
Leo nació en el año 1988 en la ciudad de Cartagena, y aunque su vena artística siempre estuvo latente, empezó a crear arte en serio a partir de este año 2015, cuando decidió abandonar sus estudios de Ingeniería Industrial en la universidad, aunque ya tenía un título como técnico, para dedicarse al arte a tiempo completo. Si observamos las obras expuestas en la galería Badillo, veremos que tienen fecha 2015.
El provenir de una familia trabajadora que salió adelante con mucho esfuerzo, y que por tanto valoran mucho el trabajo y la educación, no hizo fácil la decisión de abandonar la carrera. Pero como el mismo Leo dice: “Hay que seguir nuestras convicciones”.
Vive en los Alpes, un barrio en la periferia de la ciudad, y cuenta que cada vez que viene al centro histórico le ocurre lo que nos pasa a muchos que también vivimos fuera de la ciudad amurallada y sus barrios cercanos, que parece que entráramos a otra ciudad. Pero esa otra ciudad le ha servido de gran inspiración para su obra, desde los detalles de la arquitectura hasta los imponentes ventanales que parecen trasladarlo a épocas pasadas.
Al observar la obra de Leo por primera vez, me interesó mucho su fijación en el color y las formas, en especial esas formas curiosas que adornan la mayoría de sus pinturas, que me recuerda inmediatamente, como se lo mencioné, a los detalles del arte precolombino, cuidado en líneas y de formas enigmáticas, y que a menudo también se mezclaba con la escultura, la pintura, el grabado y por supuesto la ilustración. Varias de las técnicas que Leo también maneja.
Y resulta curioso esta relación con el arte precolombino, porque si hay uno de los temas que interesan a Leo, es el de la identidad. Prueba de ello, dos de sus obras en acrílico: Mulata de Colores (parte superior) y Rostro en Negro (parte inferior), que de forma independiente esconden una voz en pro del mantenimiento de la identidad de los cartageneros, como el afro de las mujeres y el color de piel de la mayoría de la población de la ciudad.
Dentro de esta misma temática, pero variando en la forma y ejecución, también encontramos a “La Palenquera” (parte inferior), otra de sus obras expuestas en la galería, donde toma uno de los iconos locales y crea una obra a través de materiales reciclables, como cajas de salsa de tomate o
mayonesa y de forma muy hábil y precisa va dibujando con los materiales la figura de la palenquera, creando un efecto que le da vida y movimiento. Es preciso este, otra de las formas del trabajo artístico de Leo, utilizando materiales reciclables para dar vida a las imágenes que se proyectan en su mente creativa.
Al preguntarle sobre su proceso creativo, que como todo artista, tiene un ritual. Por el momento su estudio se encuentra en su propio cuarto y siempre carga con una libreta para apuntar o dibujar alguna imagen que posteriormente quiera plasmar en físico. Ya que su obra es un collage de sus propias ideas, pensamientos y experiencias. Confiesa que es un amante del Rock, y que puede quedarse muchas horas escuchando los acordes de la guitarra de Jimi Hendrix. Y prueba de su amor por este género está en la imagen de cabecera donde se encuentra terminando el retrato del beatle John Lennon.
Sobre su inspiración y referencias, Leo me cuenta que el artista uruguayo Carlos Páez Vilaró, ha tenido gran influencia en su trabajo. Y al buscar las obras de Vilaró notas su influencia, pero Leo ha encontrado su propia voz y ha construido y está construyendo un estilo propio. No ha tenido estudios de arte, es autodidacta, pero me contó que ha visto documentales de arte y se ha formado como artista, desde influencias, investigación propia e impulsado por su mismo espíritu de artista.
El testimonio de Leo, así como mencionaba al inicio, además de invitarnos seguir nuestras convicciones, nos invita a hacer y descubrir lo que uno quiere y le apasiona, “ya que cuando uno lo hace, se vuelve una mejor persona”, dice Leo. Quien además, cuando pinta siente que vuelve a ser un niño. Se divierte y se deja llevar. Pone a volar su mente, y empieza a probar, experimentar y a soñar.
Al preguntarle las razones por la que los cartageneros deben asistir a Badillo Hotel Galería a ver su obra, que se encontrará expuesta durante todo el mes de septiembre, Leo responde que debe ir porque van a encontrar algo diferente. Obras con materiales reciclables, algo distinto y nuevo a lo que se ve normalmente en el arte local… y yo agregaría que la propuesta de un joven talento con una perspectiva distinta de la ciudad.
Leo me cuenta que tiene un mural en gran formato en el Hostal El Viajero. Para los que quieran ir a ver su trabajo en otro sitio de la ciudad.
Finalmente sólo me queda agregar que hay que apoyar a los jóvenes artistas. Leo es un ejemplo, como conozco otros de jóvenes que están haciendo arte en la ciudad, y espero que estos casos animen a otros jóvenes a que sigan o se atrevan a descubrir su verdadera pasión, y que el gobierno y las instituciones generen también espacios que ayuden y colaboren a que esto ocurra. De esta forma tendremos más jóvenes felices, y con el tiempo una mejor sociedad.
A continuación les dejo el blog de Leo Vergel, donde pueden encontrar más de su trabajo:
https://leovergel.wordpress.com/
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Alejandro Salgado Baldovino (A.S.B)
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